Desde 2006 ha habido muy pocos paneles solares en el Reino Unido, el desarrollo de la energía eólica se ha limitado a la tierra, y el desarrollo de parques eólicos marinos solo se ha llevado a cabo en Dinamarca. Desde entonces, se han producido muchos cambios. Según Business Green Report, 2017 es el año más verde en la historia del Reino Unido, ya que el sector eléctrico emitió solo la mitad de las emisiones de dióxido de carbono de hace cinco años (2012).
Hay muchas razones para este gran cambio. La razón puede ser la drástica reducción de la demanda de consumo de carbón, o la popularización de la generación de energía solar o la expansión a gran escala de la generación de energía eólica marina.
Aunque todavía hay muchos problemas por resolver en las políticas actuales para fomentar el uso de la energía eólica y solar terrestre, el desarrollo de estas fuentes de energía también alienta a todos los países a acelerar el ritmo de la descarbonización del sistema energético.
Por otro lado, una vez que los vehículos eléctricos estén ampliamente disponibles en el mercado, la energía limpia ayudará a reducir las emisiones de carbono para un número creciente de vehículos eléctricos.
Además, el intento de Gran Bretaña de obtener nueva energía es más que eso. Según un informe publicado a fines del año pasado, Gran Bretaña también hizo una gran apuesta en la industria del automóvil eléctrico después de la salida de la UE de la UE.